NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ

La imagen de Nuestra Señora de la Luz es una talla barroca que recibe culto en uno de los altares de la nave de la Epístola del templo parroquial de Santa Marina de Aguas Santas. Fue la imagen titular de la cofradía de Nuestra Señora de la Luz, con sede canónica en la Iglesia parroquial de Santa Marina de Aguas Santas.

El testimonio documental acerca de los orígenes de la citada Hermandad, dedicada a la propagación del Santo Rosario, resulta muy esclarecedor. Se trata de una de las más de treinta hermandades rosarianas que existían en Córdoba durante el primer tercio del siglo XVIII, cuando los rosarios públicos y callejeros constituían una de las expresiones más significativas de la religiosidad popular. 

Existe constancia documental de que la cofradía de Nuestra Señora de la Luz, erigida en la iglesia parroquial de Santa Marina de Aguas Santas, incrementa sus efectivos humanos y desarrolla una intensa actividad en los primeros años del siglo XVIII, siendo los proyectos realizados un exponente muy significativo. Entre ellos cabe mencionar el encargo de su imagen titular en 1727 al lego fray Juan de la Concepción, trinitario descalzo, que mostró unos excelentes dotes artísticos en el campo de la escultura. 

El citado religioso entregó la hermosa talla de Nuestra Señora de la Luz al hermano mayor de la cofradía, José de Reina, y demás miembros de la junta de gobierno el 24 de enero de 1728. El documento de recepción de la obra especifica el importe de la misma que ascendía a 1.300 reales: 

“[…] pareció el Padre (sic) fray Juan de la Conçepción, Relijioso Lego de dicho combento y artífice de escultor, residente en dicho combento y […] dijo que de horden de Joseph de Reyna, hermano mayor de la hermandad de Nuestra Señora de la Luz sita en la parrochia de Santa Marina de esta dicha ziudad, y de Francisco de Castro, Francisco Miguel, Gregorio de Villarreal, Francisco García, Francisco de Torres, Alonso Ruiz y Joseph Gómez Cabrilla, todos oficiales de dicha Hermandad, a hecho una ymajen de Nuestra Señora de la Luz para dicha hermandad, la qual ajustaron en un mill y trescientos reales de bellón que pagaron de las limosnas de dicha hermandad y para que sea dicha santa ymajen perpetuamente suya, cuya cantidad a receuido de los dichos hermanos por cuya razón se la entrega para que la lleben con todo culto a la diche Yglesia y Parrochia de Santa Marina”.
Archivo Parroquia Santa Marina de Aguas Santas
Documento de la cofradía de Nuestra Señora de la Luz
Los cofrades de la hermandad rosariana de Nuestra Señora de la Luz colocaron la imagen titular provisionalmente en la capilla del Santísimo Sacramento, pero su mayor pretensión era buscar un sitio adecuado y definitivo en el templo parroquial de Santa Marina de Aguas Santas. El proyecto se pone en marcha de forma urgente, como lo refrenda la solicitud cursada por el hermano mayor y miembros de la junta de gobierno el 26 de enero de 1728 al provisor y vicario general:
“[…] dezimos que la dicha hermandad con sus limosnas a costeado una Ymagen Santísima de Nuestra Señora con título de la Luz para tener perpetuamente a su dibina Magestad con el culto y benerazión que mereze y dicha hermandad pueda; y no teniendo como no tiene dicha hermandad capilla ni altar en que colocar dicha santa Ymagen, tiene tratado y conzertado con el Rector y benefiziados de dicha parroquia que, en interin que dicha hermandad fabrica capilla o altar; esté dicha Santa Ymagen como por bía de depósito en la capilla del Santísimo Sacramento en el sitio más decente que aya”.
Archivo Parroquia Santa Marina de Aguas Santas
Documento de la cofradía de Nuestra Señora de la Luz
Más adelante, y tras conseguir el visto bueno del representante de la autoridad diocesana y del rector y beneficiados de Santa Marina de Aguas Santas a la iniciativa, Fray Matías de Pineda cede el altar de nuestra Señora de la Luz a la hermandad del mismo título el 23 de abril de 1.728.
“[…] yo el dicho fray Mathías de pineda, como tal patrono y capellán del dicho altar corateral del lado ysquierdo de la dicha Santa Yglesia parrochial de Santa Marina de esta ziudad que perteneze a la capellanía que fundó Pedro Mellado, por mí y en nombre de los demás patronos y capellanes que en adelante fueren a que tendré y tendrán perpetuamente para ahora y para siempre jamás colocada en dicho altar a la dicha Santa Ymagen de Nuestra Señora de la Luz que tiene la dicha cofradía por suia y que consienten y que consentirán en que en dicho altar celebren la dicha cofradía sus fiestas y misas que tubiere a su cargo y fueren de su obligación”.
Archivo Parroquia Santa Marina de Aguas Santas
Documento de la cofradía de Nuestra Señora de la Luz

Muy posiblemente el título de Nuestra Señora de la Luz dado a esta hermandad se tomara de la advocación de la efigie de la Virgen representada en la pintura mural del altar de la nave de la Epístola donde se encuentra en la actualidad.

“[…]dichos hermanos han hecho de escultura una ymagen muy hermosa de Nuestra Señora a ymitazión y semejanza de la que está pintada en tauique en el referido altar y que tienen ánimo de que precedidas las lizencias necesarias no solo colocarla sino hazer retablo correspondiente de madera y dorarlo lo que oi no tiene y que dicha ymagen tiene el mismo título del que hasta aquí a tenido la pintada del dicho altar por lo que no solo no se sigue yncombeniente alguno sino que será de mucho adorno y hermosura tanto para el altar como para el todo de la Yglesia”.
Archivo Parroquia Santa Marina de Aguas Santas
Documento de la cofradía de Nuestra Señora de la Luz

El nuevo altar se encarga en noviembre de 1.728 al maestro entallador Miguel Francisco Camarero, por un valor de 2.300 reales, según lo documenta María del Mar Cano Pérez, en su libro Estudio histórico-artístico de la Iglesia de Santa Marina, páginas 275-276.

A lo largo del segundo tercio del siglo XVIII la cofradía de Nuestra Señora de la Luz protagoniza su etapa de mayor auge y vitalidad, que se manifiesta en la renovación y aumento de las insignias, alhajas y vestidos de la imagen titular y del Niño Jesús, de ahí que en noviembre de 1.750 el hermano mayor solicite al provisor licencia para cerrar un arco del altar de San Pelagio y habilitar el espacio para guardar los mencionados objetos.

“Suplico a Vm. que informado del echo verídico que dexo expresado mande se le confiera a dicha Hermandad este sitio del arco para en él formar una taca en la que se encierren las alaxas y hornamentos de esta Santa Ymagen para que de este modo estén con mexor custodia sin exponerse a que por andar en poder de los Hermanos maiores les acontezca algún robo o al menos que no se tenga con el cuidado y aseo que corresponde, obligándose esta Hermandad a colocar a su costa el lienzo de dicho San Pelaxio con la maior decenzia por cima de la misma taca”.
Archivo Parroquia Santa Marina de Aguas Santas ​
Documento de la cofradía de Nuestra Señora de la Luz​

En las décadas finales de la centuria del setecientos la cofradía ofrece síntomas de crisis como lo evidencia la supresión de los rosarios callejeros que tradicionalmente venía celebrando por la noche o de madrugada los domingos y días festivos. Esta situación se agrava y desemboca en un estado de postración en el primer tercio del ochocientos. Más adelante, tras el proceso desamortizador, la hermandad vive un despertar y una revitalización desde mediados del siglo XIX, retomando su devoción popular.

La talla rococó de la Virgen de la Luz cobra un especial protagonismo en el primer tercio del siglo XX, procesionando en la festividad de la Candelaria y formando parte del cortejo de la procesión del Resucitado que recorre las calles del barrio de Santa Marina el domingo de pascua de Resurrección. La prensa local recoge la función religiosa en el templo parroquial de Santa Marina, así como la salida procesional y el recorrido que realizó la Hermandad del Resucitado en 1.902, acompañado por Nuestra Señora de la Luz.

“Se efectuará con las imágenes de Nuestra Señora de la Luz y la de Cristo Resucitado, a las once y media de la mañana del Domingo de Pascua, partiendo de la iglesia de Santa Marina a la plaza del mismo nombre y recorriendo las calles de Santa Isabel, Rejas de don Gome, Beatilla, San Agustín, Dormitorio, Moriscos y Mayor de Santa Marina, haciendo estación en la ermita de los Santos Mártires y regresando por dicha calle a la iglesia parroquial”.
Diario de Córdoba
Año 1902

La solemne función religiosa en la mañana del domingo de Resurrección precede la salida de la procesión con las imágenes del Resucitado y Nuestra Señora de la Luz. Los batidores a caballo de la guardia local encabezan el cortejo, integrado por numerosos fieles con cirios encendidos, el clero de la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas y una representación de la corporación municipal. Cierra la comitiva la banda de música municipal, cuyos sones se mezclan con el repique de las campanas y el estruendo de los cohetes en el momento de finalizar el acto.

“Ayer, terminada la fiesta que anualmente se celebra en la iglesia parroquial de Santa Marina, fueron sacadas procesionalmente las imágenes de Nuestra Señora de la Luz y de Jesús en el acto de la Resurrección. Formaban la comitiva los batidores a caballo de la guardia municipal, numerosos fieles con cirios, el clero de dicha parroquia, una comisión del Ayuntamiento y la banda de música del Municipio. La procesión recorrió las calles que anteriormente indicamos, en todas las cuales había numeroso público. Muchos balcones ostentaban vistosas colgaduras. La comitiva regresó al templo cerca de la una de la tarde, entre los acordes de la música, el repique de las campanas y el estallido de los cohetes”.
Diario de Córdoba
Año 1905

Sigue habiendo crónicas anuales en la prensa local los lunes de Pascua de Resurrección, que recogen la procesión del Resucitado y Nuestra Señora de la Luz. La de 1.923 tiene el atractivo del estreno del manto donado por la Condesa de Talhara que lució en el desfile procesional.

“ Terminada la fiesta que se celebra anualmente en la Iglesia Parroquial de Santa Marina fueron sacadas en procesión las imágenes que representan la Resurrección del Señor y Nuestra Señora de la Luz. Ésta lucía un nuevo y hermoso manto que le había regalado la condesa de Talhara. Formaban la comitiva los batidores a caballo de la Guardia municipal, numerosos fieles de uno y otro sexo con velas y la banda de música del municipio. La procesión recorrió las principales calles del típico barrio de Santa Marina que estaban llenas de público. Muchos balcones ostentaban hermosas colgaduras”.
Diario de Córdoba
Año 1923

También destaca la crónica de 1.927 donde señalan la composición de la comitiva, destacando la presencia del capellán del Convento de Santa Isabel de los Ángeles, por la clara vinculación que la hermandad del Resucitado ha tenido con el monasterio de religiosas clarisas.

“Terminada la fiesta fueron sacadas procesionalmente las imágenes de Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Luz. Las acompañaban los batidores a caballo de la Guardia Municipal, los niños del catecismo de dicha parroquia, gran número de señoritas, señoras y caballeros y la Hermandad de las citadas imágenes, el rector de Santa Marina don Amador Moreno, de preste; el capellán del convento de Santa Isabel de los Ángeles P. Leopoldo López, de diácono, y el coadjutor de la parroquial mencionada don Francisco Moreno, de subdiácono, y cerrando la comitiva una sección de la Guardia Municipal y la Banda de Música del Municipio”.
Diario de Córdoba
Año 1927

Las distensiones internas en el seno de la cofradía de Nuestra Señora de la Luz, y el cambio de horario y recorrido de la procesión el día de la festividad de la Candelaria, generan una aguda crisis y la suspensión de la salida de 1.931.

La imagen de Nuestra Señora de la Luz seguirá acompañando a Jesús Resucitado, de manera esporádica, el domingo de Resurrección hasta mediados de los años cuarenta, cuando el escultor Juan Martínez Cerrillo talla la Virgen de la Alegría, Titular de la Hermandad de Nuestro Señor Resucitado. Asimismo, en la mencionada década, la Virgen de la Luz recorre las calles del barrio de Santa Marina el 2 de febrero, con motivo de la festividad de la Purificación de María, también llamada de la Candelaria.

La secular devoción a Nuestra Señora de la Luz entra en una fase de postración durante la segunda mitad del siglo XX, desapareciendo el culto y las actividades de la hermandad.

Sin embargo, tanto la Parroquia como la Hermandad del Resucitado la han tenido muy presente, situándola en numerosas ocasiones en el altar mayor formando parte del misterio de la Navidad, así como dándole protagonismo el día de la festividad de la Candelaria, presentándole los niños bautizados cada año.

En la actualidad esta hermosa imagen se sigue venerando en su altar de la nave de la Epístola del templo parroquial de Santa Marina de Aguas Santas, construido para acogerla en 1.728.

Desde el año 2.017 es Titular de nuestra Cofradía.

Nuestra Señora de la Luz, en la parroquia de Santa Marina de Córdoba
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