MARÍA SANTÍSIMA REINA DE NUESTRA ALEGRÍA
En el año 1951, esta Hermandad, encarga al Escultor e Imaginero Cordobés, natural de Bujalance, Don Juan Martínez Cerrillo, la nueva talla de María Santísima Reina de Nuestra Alegría. La Sagrada Imagen, llegaría en ese mismo año, siendo el Hermano Mayor de ese entonces, Don Antonio Hidalgo Carmona.
Don Juan Martínez Cerrillo, era un tallista ya muy consagrado en esa época, su fama se debe a que en ese entonces, ya había realizado tallas en la Capital, tales como, la de Nuestra Señora de la Paz y Esperanza de Córdoba, en el año 1939, Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia de Córdoba, en el año 1943, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia de Córdoba, en el año 1944 o María Santísima de la Esperanza de Córdoba, en el año 1947.
Esta Sagrada Imagen vendría a sustituir a la que ya formaba parte de esta Corporación, una talla del siglo XVIII y de autor desconocido, que procesionaba a principios del siglo pasado. Como anécdota de esta, diremos que, tras años en el olvido, esta antigua Imagen fue encontrada en el Campanario de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, y que tras este hallazgo se le encargo al Escultor e Imaginero Cordobés, Don Antonio Bernal Redondo, una pequeña restauración para su posterior conservación.
Volviendo de nuevo a la actual Imagen de Nuestra Señora de la Alegría, advocación con la que se bendijo, esta, se trataba de una talla relativamente distinta a las que ya obraba en su haber el mencionado escultor Don Juan Martínez Cerrillo, ya que, esta Imagen debería de estar en actitud alegre, sonriente y sin lágrimas en sus mejillas, debido a que su Hijo, ¡Ha Resucitado!
Autor: D. Juan Martínez Cerrillo - 1951
Fuente: Andrés Fresno
Por lo tanto, se trataba de reflejar en el rostro de María, tenida como Corredentora de la humanidad, la feliz culminación del drama con el triunfo de la vida sobre la muerte.
Si bien este autor, se ha caracterizado por la brillante ejecución de su Vírgenes, que denotan en sus rostros una serena belleza y emanan un dulzura exquisita de sus miradas, en la Señora de la Alegría, tuvo la ocasión de recrearse en estas cualidades para obtener una de sus Imágenes más logradas y más propias de su copiosa creación artística.
En efecto, a través de su Alegre semblante, originado por la expresión de sus ojos y la abertura de sus labios, comunica y contagia a sus fieles la Alegría máxima del triunfo de su Hijo, que es en definitiva, el nuestro propio.
La Sagrada Imagen, de 1.55 cm de altura, es de candelero de vestir y tan solo lleva talladas, las manos y el rostro. Sin duda, sus rasgos responden de manera totalmente fidedigna, al proceder de este gran artista; rostro juvenil, rasgos suaves y delicados, labios pequeños y carnosos, cara ovalada y barbilla saliente, redonda y con un hoyuelo, la mirada baja, cejas ligeramente arqueadas y con nariz afilada.
Su semblante, es uno de los más definidos de la Semana Santa Cordobesa.
Posteriormente, esta Venerada Imagen, ha sufrido varias intervenciones debido a su estado de conservación, caso como la de su mismo autor, el cual restauro su policromía y ejecuto un nuevo candelero.
Don Juan Manuel Miñarro López, hizo lo propio en el año 1993. Posteriormente, también lo hizo, Don Antonio Bernal Redondo, en el año 1999.
Actualmente, preside, junto a la Imagen de Nuestro Señor Resucitado, la Capilla que está en la cabecera de la nave del Evangelio, de la Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, junto con el Ángel Anunciador.